Maratón de Amsterdam 2017 – La crónica

Sexto maratón ya, y me parece que fue ayer cuando debutaba en Toronto… Como ya sabíais muchos, el maratón de este año tocaba en Amsterdam, de nuevo fuera y de nuevo en otoño. ¿Por qué lo elegí? Básicamente por 2 razones: Las fechas (la semana del Pilar siempre es una buena época para una escapada con carrera) y porque en Running ZGZ este año había un grupo específico para este evento (y la media), y siempre es bueno preparar un reto así en compañía. Bueno, y una tercera: Porque este año no me había tocado el sorteo de ninguno de los Majors que me faltan.

Así que, tras 16 semanas de duro e intenso entrenamiento (como siempre, por otra parte, pero parece que cada verano hace más calor…), allí que nos plantamos un grupo de locos del running. Unos a por la media, otros a por el maratón, y otros acompañando.

Mi recuerdo de Amsterdam era bastante vago, hacía ya casi 20 (!) años que había estado, sin una sensación especialmente buena o impactante. Sin embargo, en esta segunda visita me llevo una mejor impresión de la ciudad: Salvo por el pequeño detalle de la peligrosa preferencia de las bicis en cualquier situación (incluidos pasos de cebra), Amsterdam me parece una ciudad deliciosa, tranquila, amigable para pasear, de tamaño abarcable y con un buen transporte público. Especialmente cuando te sales de los anillos de canales del centro, que son muy bonitos, es verdad, pero apenas transitables por la cantidad de turistas que visitan la ciudad. Vamos a hacer un poco de turismo:

El Viernes fuimos ya a la feria del corredor, había ganas de coger el dorsal y ver el ambiente. Los mostradores de entrega de dorsales eran suficientes para hacer ágil la entrega, y la feria no era enorme pero sí bastante completa. Especialmente el merchandising oficial de Mizuno, porque lo demás apenas necesitaba un breve paseo para darlo por visto. Algunas fotos de la feria:

La carga de hidratos del día de antes de la carrera la logramos hacer (algunos del grupo) en un maravilloso y escondido restaurante italiano que nos encontramos por casualidad y que demuestra que en Amsterdam se puede comer un plato de pasta excelente por 5€!!

Y vamos ya con la carrera, que con tanta foto se me va el foco. La preparación de 16 semanas había sido estupenda. Como nunca. Se puede decir que mejor incluso que el año pasado, cuando llegaba a Chicago con el objetivo del 3:20. Este año la idea era intentarlo de nuevo, y todos los tests de la preparación decían que estaba muy a mano. Todo indicaba que estaría en esos tiempos, hasta que a menos de 2 semanas para el maratón tuve mi primera lesión en todos estos años corriendo: Unas adherencias en el sartorio (como os imagináis, yo no sabía lo que era ni lo uno ni lo otro). Total, que 2 sesiones de fisio, con sus punciones y sus ganchos, y el mensaje de que iba a llegar a tiempo a la carrera… y hubiera sido que sí. Pero en un entrenamiento, por ir con demasiado miedo en esa pierna, se me contracturó el gemelo. Y eso ya no pudo quitarlo una tercera sesión de fisio, ni con gancho, ni con punción, ni con nada, a apenas 5 días de la carrera. Total, que llegué a la linea de salida sin tenerlas todas conmigo. Pese a cuidarme y llevar la pierna en compresión todos los días y con frío por las noches, la molestia seguía allí.

Así que en la salida estaba más expectante que otra cosa. Convencido de acabar, pero con la incógnita de las molestias. Y ya en el km. 2 vi que ahí estaba la contractura. Andando y trotando los días de antes apenas se notaba nada, pero en cuanto me puse a menos de 5min/km. eso era otra cosa. Enseguida vi que el 3:20 era completamente inalcanzable. En cuanto trataba de apretar un poco para ponerme alrededor de 4:44min/km. el dolor se hacía más intenso, y se relajaba en cuanto aflojaba un poco. Imposible aguantar toda la carrera a 4:44. Así que cambio de planes sobre la marcha (esto es lo que me gusta de esta carrera… la necesidad de repensar los objetivos ante cada situación nueva). Alrededor de 4:52min/km. era todo más llevadero. Dolía, pero era algo perfectamente soportable (si no iba a más) para toda la carrera. Así que, al menos, me puse el incentivo de hacer marca personal, mejorar el 3:29 de Zaragoza. Y así que tiré hasta la media, donde traté de apretar de nuevo, deseando que aquello se hubiera calentado milagrosamente. Pero no. Enseguida vi que el dolor iba a más, y que iba a ser cada vez más difícil mantener el ritmo. Nuevo cambio de chip y vamos a la idea de acabar la carrera, de tener otra medalla, como en Chicago. Y así pasó la segunda parte de la carrera, aguantando el tirón más o menos hasta el 35, pero con un dolor bastante fuerte a partir de entonces. Si ya se hace duro un maratón sin molestias a partir de esos kilometros, la degradación del gemelo lo hizo bastante penoso. Pero había que acabar, y a un ritmo cada vez menor porque el dolor iba cada vez a más, logré entrar en el estadio Olímpico. Una llegada preciosa, la verdad, que hace que merezca la pena todo el sufrimiento anterior. Al final, un 3:35:05 del que estoy bastante orgulloso, dadas las circunstancias. Otra vez se me escapa ese 3:20 que veía tan a mano, pero acabé muchísimo más contento que en Chicago, porque esta vez sí que tenía claro que había dado el máximo. Os dejo algunas fotos de la carrera (de Marathon Photo y de nuestra esprínter y reportera oficial, Bea. Gracias otra vez por esos ánimos!!!):

Y el video… aquí sí que podéis ver cómo voy pasando por cada punto de carrera cada vez con peor cara y mayor cojera 😉

No quiero que se me olvide algún comentario sobre el recorrido y la organización: En mi opinión, para ser un Gold Label tiene ciertos fallos. La entrada al estadio para llegar a los cajones de salida es un auténtico embudo. Que no queden (o no den, me da igual) mantas térmicas para los que entramos en 3:35 no es normal… no me quiero imaginar como no quedara agua (por ejemplo) más tarde. Salvo esos detalles, la organización es buena, y el recorrido acompaña. Apenas unos kilómetros feos, pero la mayoría bastante bonitos. Dentro de la ciudad, pero sobre todo fuera, cuando recorres el rio Amstel durante bastantes kilómetros. Eso sí, si quieres tener esa sensación de ir más o menos solo o sin agobios, esta no es tu carrera: La calzada de carrera es bastante estrecha en buena parte del recorrido, y esto hace que siempre estés bastante rodeado de gente.

Y luego llegó la cena de grupo (bueno, antes la merienda, hamburguesa mano a mano Fernando y yo), y comentar toda la carrera… La verdad es que, salvo Alberto, que se salió con su 3:15 (eres un crack!!!), el resto (Ana Cris, Luis, Fernando y yo) tuvimos una carrera difícil, por una u otra circunstancia. Y los de la media también tuvieron su ración de sufrimiento… así que nos merecíamos todos la opípara cena y las risas que la acompañaron.

En resumen, un maratón diferente a todos los demás: Por ser el primero que hacía con un viaje en grupo, por haber corrido con dolor, por acabar contento pese a ver trastocado el plan y los objetivos, por las 16 semanas que fueron muy difíciles, con sus momentos buenos y los no tanto.

Tras 6 maratones puedo decir que cada vez me gusta más. Preparar 1 día durante 16 semanas y que no salga como esperas (o piensas que mereces) puede parecer frustrante. No para mi. Precisamente esa es la grandeza de esta carrera, que casi nunca sale como la has planeado. Pero siempre, siempre, siempre la acabas con una sonrisa en la boca y con un sentimiento de ser capaz de superarlo todo. Como dije en Amsterdam, un maratón tiene 3 retos y 3 victorias: Llegar a la linea de salida tras un entrenamiento exigente, acabarlo y cumplir los objetivos de tiempo. Lograr cualquiera de las 3 es maravilloso. Ya tengo ganas del siguiente.

Gracias a todo el grupo por esta maravillosa experiencia, y a Álvaro por esas 16 semanas de guiarnos y aguantarnos. No voy a nombraros a todos porque me dejaría a alguien (y no es plan). Permitidme sólo que cite a Flo, por hacer de ‘pegamento’ y referencia del grupo y a Bea que, pese a la mala suerte de no poder correr, hizo un esfuerzo fabuloso por vernos y animarnos a todos en distinto puntos de la carrera. La siguiente donde queráis, con un grupo así voy al fin del mundo.

 

 

 

 

 

4 comentarios en “Maratón de Amsterdam 2017 – La crónica

  1. ¡¡Felicidades por tu sexto maratón!! Cada carrera es distinta y cada una es una victoria, independientemente del tiempo. Sí, leyéndote dan ganas de correr más, de seguir descubriendo lugares y conociéndonos mejor a nosotros mismos gracias a las carreras. ¿Cuál será la siguiente? Un abrazo

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