Maratón de Berlín 2018 – La crónica

Séptimo maratón y tercer Major… me lo dicen hace unos años y no me lo creo. Conviene mirar atrás de vez en cuando, para no perder la referencia, darle valor a las cosas y seguir avanzando cada día. Lo que empezó siendo un reto, ahora es un camino. Y lo que empezó siendo una afición, ahora también es un soporte vital y una fuente de fuerzas y satisfacciones. Sólo deseo poder seguir haciendo esto muchos años más.

Y no tardo más, os voy a contar la crónica de la carrera:

Como todos los años, el pasado participé en varios sorteos de Majors, a ver si sonaba alguna flauta: Esta vez fue Nueva York, Londres y Berlín, y la suerte me sonrió para el último de ellos. Tengo que reconocer que no es el que más ilusión me hacía en un principio, porque tenía en mente Nueva York, por fechas y por pasar unos días allí…. pero enseguida empecé a mentalizarme para pasar OTRO verano, y ya van no sé cuántos, entrenando para el Maratón anual. Tras las experiencias de Chicago y Amsterdam, tengo que reconocer que tenía más ganas que nunca, y esa sensación de que esta vez sí que iba a tocar pasarlo bien, disfrutar, y que salieran las cosas.

El viaje a Berlín fue realmente relámpago, con el único objetivo de correr la carrera. Llegar el Viernes y volver el mismo Domingo, después de correr. La ciudad ya la conocía y, aunque merece mucho la pena, esta vez iba a lo que iba: Correr. De todas formas, os recomiendo muchísimo visitar Berlín. Es una ciudad muy cómoda, agradable, bonita y, sobre todo, silenciosa. A mi me tiene ganado por el silencio y la calma, que no son esperables en una gran urbe como es Berlín. Os dejo alguna foto de los MUY pequeños paseos que di por el centro de la ciudad:

Y un video de la zona de meta:

 

La feria del corredor digamos que es muy completa y grande, pero no para ser recordada por su belleza. Se hace en un antiguo aeropuerto en el núcleo de la ciudad (Tempelhof), y les sobra la misma cantidad de sitio que gusto les falta para montarla. La organización de la feria no tan buena: El Viernes, la cola para recoger las camisetas pre-pagadas con la inscripción se alargaba hasta 1 hora. Alguna foto de la feria:

El entrenamiento de preparación durante este verano se puede calificar de perfecto. Gracias, de nuevo, al buen hacer de Álvaro, estaba más fuerte que nunca (otra vez, algún año se tendrá que acabar 😉 ). Y no sólo físicamente, sino que estaba muy fuerte también mentalmente. Muy convencido para lograr, a la tercera, bajar de ese 3:20 que tanto se resistía. Este año la preparación del maratón ha sido bastante diferente. Con la buena base que tenía del final de la primavera, la preparación específica ha sido mucho más corta y con la sensación de menos carga que otros años. Además de más divertida.

Así que muy tranquilo y descansado, con la sensación de haber hecho todo bien, llegué al día de la carrera. Tenía el hotel muy cerca de la salida, con lo que el madrugón no fue excesivo (desayunando de 6.30 a 7.00, para ir tranquilamente a la zona de salida y empezar a las 9:15… que luego fueron las 9:25).

La salida de la carrera es (como la meta), en los alrededores de la puerta de Brandemburgo y Tiergarten. La organización es impecable. Indicaciones para localizar tu cajón, amplias calles para llegar, baños muy frecuentes y sin filas…todo perfecto. Y, sobre todo, la amplitud en la zona del cajón para poder hacer un calentamiento decente. De todos los Majors que he corrido, Berlín es sin duda el que más amplitud tiene en la zona de salida para poder calentar bien. Y se agradece.

Como ya os he dicho, el objetivo era bajar de 3:20. Eso quiere decir un ritmo medio de 4:43min/km para ir bien. Lo que tenía muy claro esta vez era hacer el maratón en positivo: La segunda media más rápida que la primera fuera cual fuera el ritmo. Es como me siento más cómodo y el reparto de esfuerzos que me resulta más agradable.

El día salió perfecto de temperatura y ausencia de viento, y se respiraba en el ambiente que era un día adecuado para dar lo mejor de uno mismo. En las presentaciones de los atletas élite que se veían en las pantallas, la ovación a Kipchoge y los comentarios de ánimo del presentador para que lograse marca eran premonitorios del record del mundo que iba a lograr.

La salida no es tan emocionante como en Tokio, con la ceremonia y la posterior lluvia de confetti, o como en Chicago, con el sentimiento que le ponen a su himno nacional. Pero enseguida te das cuenta de lo monumental y amplio del circuito, vislumbrando la Columna de la Victoria y la cantidad de gente que seguirá constante durante el resto de los 42km.

Cuando digo que el Maratón es una carrera complicada, incluso yendo muy bien preparado, es por algo. Es muy complicado que en 42 km. no pasen cosas inesperadas que te hagan reaccionar y cambiar los planes. Y tengo que decir que, de alguna manera, eso me encanta. Saber reaccionar y tener recursos para ello. Si en Chicago fue perder la señal de GPS y el pinchazo posterior, y en Amsterdam fue asumir correr con dolor desde el Km 2., en Berlín lo que pasó, casi nada más empezar, fue tener que prescindir de la cinta con el sensor de pulso: Fue justo ese día cuando se me empezó a mover, bajar y molestar… así que en el km 3., harto de tener que estar pendiente de ella, me la quité. Pero eso no fue lo único: Casi en el mismo km., pasé a ver en el reloj el km 5 cuando estaba pasando por el 4 (con el consiguiente engaño para el resto de la carrera de la indicación de ritmo medio). Sólo pude que reírme y pensar que, afortunadamente, ya había llegado el correspondiente incidente de carrera y que no era tan grave. Las piernas funcionaban y sólo me quedaba correr.

Pese a que no podía fiarme del ritmo medio del reloj, lo llevaba en las piernas. Quiero decir que, cuando entrenas para un objetivo con unas tiradas tan largas como las de preparar el maratón, al final el ritmo objetivo te sale solo. Y ahí que me puse, al ritmo objetivo que me decían las piernas aunque el reloj marcara 10segs/km menos por el error en la distancia.

Los primeros 10 se me pasaron volando y, como siempre, a partir de ahí ya empecé a sentirme mejor. Disciplinado con los avituallamientos de agua y lo planificado para los geles (uno cada 6-7km., más o menos), todo iba perfecto. Disfrutando mucho de la carrera, las amplias avenidas, los ánimos del público y el ver que todo va bien. Siempre guardando fuerzas.

Pese a que el ritmo para 3:20 implica pasar la media maratón en 1:40, yo tenía la sensación de ir un poco más rápido, aunque no estaba pendiente de cada paso kilométrico. Estaba realmente disfrutando de la carrera porque me apetecía y porque notaba que todo iba muy bien. Sabiendo que, si las fuerzas responden, hay mucho tiempo para recuperar o fijarse en el ritmo. Corría alegre, sin mirar el reloj a cada km. Sintiéndome fuerte y guardando. Sin embargo, al llegar a la media maratón, vi que pasaba en 1:40:00 clavado. Ni un británico a la hora del té es más exacto. Ahí me di cuenta de que no iba tan rápido como pensaba. Estaba en tiempos de 3:20, estaba todo controlado, pero el tiempo marcaba que iba un poco más lento de lo que el pálpito me decía. Tenía la sensación de que iba a pasar la media alrededor de 1:38:30-1:39.

En ese momento, confirmé lo que ya tenía en mente, que el objetivo era 3:20 y que era plenamente alcanzable. Digo esto porque, muchos amigos y compañeros que me aprecian demasiado y me han visto entrenar estos meses, repetían el mantra del 3:15 cada vez que me veían… «Estás para 3:15!!!», era la frase. A nadie le amarga un dulce, y es verdad que, honestamente, no lo veía como objetivo pero sí para poder acercarme lo mismo que al 3:20, si todo iba bien. Pero el reloj y la carrera me pusieron en el sitio que tenía que estar ese día: Alcanzar, al tercer intento, ese sub 3:20.

Así que, en realidad, el 1:40:00 milimétrico de la media maratón me hizo el favor de darme el convencimiento y la confianza necesarios para ir a por ese objetivo y borrar cualquier otro. Poco a poco, estando todavía fuerte y siempre guardando, fui incrementando el ritmo y vi llegar el 25, el 30, el 35…. siempre adelantando a muchísima gente en esta parte de la carrera. Es curioso ver cómo siempre renta guardar en la primera parte, y cómo anima ver que, además de tener fuerzas, la estrategia de la carrera va saliendo bien.

A partir del 35 el cansancio se hizo más evidente, pero simplemente era lo esperado, nada excesivo ni que me hiciera bajar el ritmo drásticamente. Mantener la cabeza fría para seguir bebiendo y acabando los geles como estaba planeado era lo único que me ocupaba en esos kilómetros, no bajar la guardia para seguir tan bien como el resto de la carrera. Y casi sin darme cuenta, tras una de las pocas curvas del circuito y al fondo de una larga recta, apareció la Puerta de Brandemburgo. Traté de apretar un poco, de cambiar el ritmo para apurar al máximo, pero no pude mucho más… Estaba en tiempo de bajar de 3:20, y eso quizás ‘ayudó’ a que la cabeza dijera que no podía más… A lo mejor si hubiera ido más justo sí que hubieran surgido fuerzas, pero daba igual ya. Así que muy muy contento crucé la meta de mi séptimo maratón con mi mejor tiempo, 3:18:34. Me ha costado 3 años, 3 planes, 3 veranos entrenando y 126 kilómetros intentándolo en 3 ciudades. Pero por fin lo tengo.

Alguna foto de la carrera:

Un video de la llegada:

Y los tiempos de paso:

 

Y ahora las reflexiones post-carrera, que han ido posandose tranquilamente durante los días posteriores:

  • En este Maratón me ha dado la impresión de que ha sido todo muy obvio y evidente… que ha ido todo como estaba previsto (salvo el pequeño incidente del pulsómetro) y que, en ese sentido, ha sido un poco «soso». No en plan queja, sólo faltaba. Pero haber tenido 2 años con maratones, digamos, con incidentes (lo cual no es nada raro), te da una sensación de que lograr esa ‘normalidad’ es todo un éxito. Además de poner en práctica el aprendizaje de todo lo anterior.
  • Sin embargo, no creo que recuerde más este maratón que el pinchazo de Chicago o la penuria de correr lesionado en Amsterdam. Esto me reafirma en que lo bonito es la experiencia, pese a que a que todas las carreras les pongamos un objetivo, se cumpla o no.
  • A lo mejor es un espejismo pero, tras 7 maratones con muy distintas experiencias en cada uno de ellos, creo que le voy cogiendo ya la medida a esta carrera. Y eso es respetarla mucho, saber que lo normal es que las cosas no sean ‘normales’ y que surjan incidentes. Pero también saber llevarlos para hacer todo lo que se puede hacer en cada circunstancia. Saber gestionar tanto las penurias como la abundancia.
  • Estoy muy contento con mi marca, pero mucho más satisfecho con haber cumplido un reto a la tercera, para poder valorarlo mejor y ponerlo en su sitio.

¿Y ahora, qué? Pues seguir disfrutando de correr, seguir a por el reto de los 6 Majors, seguir valorando cada logro en cada carrera y seguir mejorando hasta donde llegue. Como decía al principio, revisar los inicios hace que valoremos dónde estamos y que no podamos decir hasta dónde llegaremos, porque esto es un camino para disfrutar.

 

Y ya para acabar, unos agradecimientos de justicia, porque sin ellos no hubiera sido posible:

Para los compañeros y amigos de RunninZgZ con los que comparto entrenamientos, charlas y cervezas cuando toca. Ya sabéis quiénes sois, la motivación para vestirse y salir al parque a compartir esos momentos con vosotros.

Para Álvaro, que ya no sé qué más decir de ti. Que entrenarme y saber lo que puedo hacer mejor que yo mismo es sólo una parte. Que toda la implicación que tengo viene para devolvértela, y que de todo lo que disfruto y aprendo en este deporte eres muy culpable.

Y sobre todo para mis padres y Rodrigo, que me ayudan y me apoyan y me lo ponen muy fácil para poder preparar estos retos locos de su hijo / su padre.

Toca descanso mental, disfrutar de la Behobia de este año, y pensar ya en el que viene….

Maratón de Chicago 2016 – La crónica

Aquí estoy de nuevo para contaros la crónica de otra carrera, el maratón de este año en Chicago. Y ya os adelanto que esta es la crónica del PINCHAZO, porque vaya pajarón que me pilló. Pero no vamos a entrar ahí todavía…. Como siempre, un poco de la ciudad antes de empezar con la carrera.

Mucha gente me ha preguntado si Chicago es como Nueva York, o si se parecen, o cuál me ha parecido más chula…. y para mi no hay duda: Chicago me ha parecido mucho más recomendable en todo. Si estás esperando o tienes ganas de ver el ejemplo de metrópoli con rascacielos, Chicago cumplirá tus expectativas y te encantará. Pero es que, además, verás una ciudad con un río integrado, con una preciosidad de puentes de acero colgantes, asomada a un lago que parece el mar (incluyendo playas) y con una arquitectura espectacular. Una ciudad ordenada y limpia, con un transporte público bien diseñado y que funciona, con museos de primer nivel, amigable para las bicicletas (al menos cuando el tiempo es benévolo), barrios preciosos, con entretenimientos para mayores y pequeños (si vas con niños no puedes perderte el Field Museum ni el MSI) y con una enorme oferta deportiva, cultural y gastronómica de calidad (ahhh esas pizzas!!!!). Y gente muy amable.

Chicago es mucho más parecida a Toronto, por ejemplo, donde no hay un icono mundialmente conocido con el que puedas identificar a la ciudad (más allá de los rascacielos visitables), pero en la que te encuentras con todo lo que puedes esperar en una ciudad de este calibre.

Aquí os dejo una galería con algunas fotos para que veáis un ejemplo de todo lo bueno que puedes encontrar en Chicago:

Ya veis que Chicago es una ciudad que merece mucho la pena. Y después de esta mini-guía turística, vamos a la carrera. Bueno, antes de empezar, comentaros la feria del corredor. Tenía noticias de que la feria de Chicago tenía el aura de ser la mejor de las Majors, y realmente es muy buena. Pero tampoco diría que mejor que la de Tokyo. De hecho, personalmente me gustó más el concepto de feria del corredor que me encontré en Japón. En cualquier caso, una feria de primer nivel.

Lo que sí que realmente funciona bien es la zona de recogida de dorsal: Tras un pre-check necesario para poder entrar (con tu notificación de corredor inscrito), te derivan a una mesa de recogida de dorsal…. en la que ya han recibido la notificación en sus tablets de que llegas y, nada más llegar, te reciben por tu nombre (ánimos en español al ver tu nacionalidad) y te dan el dorsal. Todo en apenas 1 minuto (con la feria llena) y con una sensación de atención personalizada muy grande. También un muy buen punto positivo son los autobuses gratuitos (el típico school bus amarillo) a la feria desde el centro de Chicago durante todo el día. Os dejo algunas fotos:

Y ahora sí que vamos con la carrera. Chicago ha sido mi 5º Maratón. El segundo preparado más en serio tras el año pasado en Zaragoza. Han sido 4 meses intensos de entrenamientos (con el verano de por medio), compartiendo plan con mis compañeros de RunningZgz que preparaban el de Zaragoza de este año. Toda la preparación fue muy, muy bien, y yo me encontraba mejor que nunca. Si el año pasado el objetivo en Zaragoza fue bajar de 3:30, este año era estar cerca del 3:20 (lo que es correr a 4:45/km). Y todo el trabajo y los datos decían que estaba en el buen camino.

El día de la carrera toca madrugar (salgo en el cajón B, a las 7:30) así que a las 5:00 ya estoy arriba para desayunar un poco en el Hotel (un par de plátanos y zumo) y completar el desayuno de camino a la salida (unas barritas de cereales) y en el Balbo Hospitality (cogí entradas para la familia en una zona de salida/meta con acceso a gradas y carpa con comida. Una muy buena opción). Desde el Hotel a Millennium Park apenas hay 20 minutos andando, y a esas horas de la noche ya se ven los primeros corredores acercándose. Aquí la primera foto de MarathonFoto que me hicieron llegando:

En el Balbo Hospitality tienen check-in para la bolsa y zona de desayuno, pero apenas como una barrita de cereales más, porque ya voy bien de desayuno y líquidos. Enseguida viene el Director de carrera junto con 3 viejas glorias americanas (sólo recuerdo 2, Joan Samuelson y Deena Kastor), dando mensajes de ánimo y diciendo que el tiempo previsto para la carrera es el mejor en años.

Así que ya veis que estaba todo de cara: Buena preparación, día perfecto para correr y entorno inmejorable en un Major. Sobre las 6:45 nos indican que hay que ir yendo a la zona de salida, así que allá vamos. Está todo muy bien organizado e indicado, pero hay 15 minutos hasta la zona del cajón B y bastante fila en los baños más cercanos. Así que sobre las 7.15 es cuando estoy ya listo en la zona de salida. Enseguida anuncian el himno nacional (debe de cantarlo una conocida soprano), y os podéis imaginar cómo de entregada y emocionada está la gente…

Puntualmente, a las 7:30, se da la salida. No es tan espectacular como la lluvia de confetti en Tokyo, pero también es un entorno muy bonito, en Millennium Park y entre rascacielos. Salgo situado entre las liebres de 3:20 y 3:15, sin ninguna intención por colocarme así en el cajón (se está razonablemente ancho) y, afortunadamente, se puede empezar a correr bastante bien antes de llegar a la linea de salida.

Al poco de salir se atraviesa un túnel larguísimo, calculo que de unos 400 o 500 m., y a la salida el GPS se ha vuelto loco, me marca que llevo casi 1 km. de más y, por tanto, una media por km. bajísima. Asumo que hasta dentro de bastante no se regulará esa media, pero no pasa nada, porque voy cerca de las liebres (5 o 6 personas en cada tiempo) y parecen bastante fiables.

Enseguida encuentro el ritmo, porque voy manteniendo distancia con las liebres (según mi reloj llevo una media mucho más rápida que el objetivo de 4:45/km, pero no es real). Como siempre, voy guardando y haciendo los deberes de hidratación (bebo en todos los avituallamientos, salvo el primero) y alimentación (geles previstos para el km 7, 14, 21, 28 y 35). Están marcadas todas las millas y cada 5 km., así que con el GPS erróneo, me tengo que ir fiando del tiempo cada 5 km.

La primera media maratón me encuentro muy fuerte y guardando, como estaba previsto. Llego al km. 21 en 1:37:41, lo que es una media de 4:37/km (esto lo sé ahora, pero en ese momento, con el reloj sin marcar la media correcta, sólo sabía que era más rápido del objetivo de pasar por el 21k en 1:40:00).

Pese a ir cerca de las liebres de 3:20, en ese punto de mitad de carrera sólo veo que es demasiado rápido para el objetivo, y esto me alegra, porque me encuentro bastante fuerte y voy guardando. Aún así, como veo que es mejor de lo previsto, decido bajar el ritmo, y hasta el km. 25 voy regulando incluso más.

Pero en ese km. 25 veo que algo no va bien. Las piernas no responden como deberían, y tengo que hacer un esfuerzo mayor para poder mantener el ritmo. Es lo típico que te esperas que pase (y que pasa) a partir del 35, pero es muy pronto para que me llegue el cansancio. El pulso va perfecto, pero las piernas están muy cansadas. No me queda otra que ir bajando el ritmo progresivamente, cada vez más. En ese tramo (25 a 35) ya me doy cuenta de que no voy a poder llegar al objetivo que tenía, pero al menos tengo la esperanza de mejorar la marca del año pasado en Zaragoza (aún tengo margen).

Y eso me creía yo!! Porque en el 35 la cosa va a peor… lo que venía siendo la típica flojera del paso de kms. (aparecida tempranamente, eso sí), en el 35 se convierte en una pájara en toda regla. Apenas me queda fuerza para correr, y no me queda otra que hacer lo que no había tenido que hacer en ninguna carrera hasta entonces: Caminar. Desde el 35 hasta meta camino en bastantes tramos, y troto muy muy despacio en el resto. Volver a trotar tras estar andando un rato es un suplicio. Es un tramo en el que me adelanta todo el mundo, incluidas las liebres de 3:25, 3:30 y 3:35…. Y el único objetivo es simplemente acabar.

En ese momento, lo que me viene a la cabeza es pensar en los 4 maratones anteriores, cuando veía a gente echa polvo y caminando en los últimos kilómetros, y pensaba en el calvario que les quedaba y en el mérito que tenían. Pues esta vez era yo. Estaba probando cómo sabía ese calvario. Y os aseguro que no es el cansancio y el dolor de piernas que es imposible no tener tras 35 kms. Es la sensación de haberte vaciado por completo y, aún así, tener que llegar como sea a la meta. Y es ahí cuando más se agradecen los ánimos (por otro lado continuos, mucho más que en cualquier otro maratón de los que he corrido), tanto de los corredores que te adelantan como del público que te ve desfondado. También pensaba en que Ana me estaba siguiendo por la app, y que estaría preocupada al ver que cada vez iba más despacio. Esos kms pasaron muuuuuuy lentos, y encima sin poder disfrutar del esfuerzo final y la llegada preciosa a Grant Park, porque no se disfruta cuando tienes que acabar la carrera arrastrando las piernas tantos kms.

Y así acabé, como pude, en 3:42:02. Con una ilusión enorme al recoger la medalla, más que ninguna otra vez, porque esta vez me había costado como nunca, y de verdad sentía que este esfuerzo tenía que merecer una medalla de ‘finisher’. Las otras veces estaba muy contento, esta vez la sensación que predominaba era que merecía estar con los que acababan.

De vuelta al Balbo Hospitality me reuní con Ana y Rodrigo…. que no lograron verme desde las gradas de la llegada, pero que al menos sabían por la app que ya había llegado. La foto de familia en la llegada:

Y ya para acabar con la carrera, los datos resumen:

Tiempo: 3:42:02 (5:15min/km). Puesto general: 7273. Puesto categoría edad (40-44): 961. Puesto Masculino: 5560. Y los detalles en estas capturas (donde se ve muy bien con números lo que os he explicado más arriba):

Esa tarde, ya de turismo por Chicago, fui con la medalla al cuello. Había leído que, mucho más que en otros sitios, es ‘obligatorio’ llevarla. Y era verdad. Por la calle se veía un montón de gente igual, y en cualquier sitio que entrabas te recibían con un «Congratulations!». Hasta un guardia de seguridad del Navy Pier se acercó a estrecharme la mano y preguntarse cómo podía andar tras la carrera! Es una ciudad entregada con su Maratón: Más de 40.000 corredores, miles de voluntarios, animación continua a lo largo de los 42 kms, se calcula que unos 1.7 millones de espectadores en las calles y un impacto económico anual en la ciudad de unos 277 millones de dólares. La organización fue perfecta, y en ningún momento tuve una sensación de aglomeración.

El único pero fue el que la carrera no me saliera como esperaba. Hablando con Álvaro, mi entrenador (al que le estoy enormemente agradecido por cómo se ha preocupado estos 4 meses para que llegara lo mejor posible), ninguna de las pequeñas cosas que se desviaron del plan justifica por sí misma ese desfondamiento: El haber ido ligeramente más rápido la primera parte, el haber bebido un poco sólo (no un vaso lleno) en cada avituallamiento o el haber alargado un poco más que mis compañeros la preparación de 4 meses. Todo ello, individualmente, no vemos que lo explique. Quizás todas esas razones juntas… o quizás no. El deporte es así y si no lo fuera no nos gustaría.

Apenas 1 día después de la carrera ya estaba pensando en lo grande que es el Maratón. En que, tras 4 carreras, ha tenido que ser a la 5ª cuando he pinchado (casi hasta se echaba de menos, como una muesca más en la pistola!), y que siempre, siempre, siempre hay cosas que aprender. Y muchas más cuando una carrera no sale como esperas. Como he dicho durante estos días, si hubieran salido los planes sería un corredor con mejor marca, así creo que soy mejor corredor. Ya tengo ganas de la siguiente.

Os dejo con las fotos que me hicieron le gante de MarathonFoto durante la carrera:

Algún vídeo de la carrera:

Y antes de despedirme, un mensaje de agradecimiento para mis padres, por decirme cada vez que entreno y tras cada carrera de que descanse y coma bien.

Y un beso enorme para Ana y Rodrigo, que han aguantado los 4 meses de preparación con enorme paciencia, y que se han cruzado medio mundo porque un día se me ocurrió apuntarme al sorteo del Maratón de Chicago 😉

Como el año pasado, en unos días tenemos la Behobia.

Hasta la próxima!!

Próxima parada… Chicago

Hola a todos!!

Un post muy muy breve, por si alguno aún no se había enterado de mis planes de Otoño, que lo dudo 😉

Hace nada hizo 2 años de mi primer maratón, en Toronto… y justo en 100 días correré el quinto, en Chicago, que será el segundo Major. De todos los sorteos en los que había participado este año (Londres, Berlín, Nueva York y Chicago), por fin tuve suerte en uno, así que…allá vamos!!

Quedan 3 meses de entrenamiento, que se esperan bastante duros por el calor, pero espero poder disfrutarlos como el año pasado, y tratar de mejorar lo que hice en Zaragoza (ya veremos si es posible).

Un mes después de Chicago, espero estar en la Behobia, aunque sólo sea de paseo y disfrutando de la gastronomía… ¿alguien más se anima?

Pues nada, por si no doy señales de vida en todo el verano… disfrutadlo!! Espero, al menos en Septiembre, ir contando qué tal va todo

Un abrazo y buen verano!

Maratón de Tokyo 2015 – La crónica

Tercer maratón y tercera crónica. Ya os adelanto que, sin duda, ha sido la mejor experiencia de maratón hasta el momento… espero que también sea la mejor crónica y que os guste. Un poco larga sí que será, porque tengo bastantes cosas que contar.

Para empezar y, aunque se salga un poco del tema, quiero recomendaros Tokyo como destino. Estuvimos una semana haciendo turismo antes de la carrera, la segunda visita a esta ciudad, y no deja de sorprender. Como estas vacaciones darían para un post turístico por sí solo, mejor lo dejo y voy a grano (pero tenéis que ir).

La feria del corredor:

La feria del corredor se celebra desde el Jueves (dura 3 días) en el Tokyo Big Sight, que es también la zona de meta de la carrera. Es un complejo con bastantes pabellones, y con una organización tipo IKEA (ruta dirigida) que no da opción a perderte o equivocarte.

Entrada Expo

Entrada a la Expo

Lo primero es recoger el dorsal, bolsa de corredor y comprobar que el chip funciona. La bolsa del corredor es la que habrá que llevar obligatoriamente el día de la carrera para para poder dejarla en los camiones. La zona de recogida de dorsales y comprobación de chip:

2015-02-19 12.24.06 2015-02-19 12.27.30

Una vez recogida la bolsa con el dorsal y el chip, se pasa a la zona de exposición, donde la organización y todo tipo de marcas (no sólo los patrocinadores) tienen su zona de exposición y merchandising.

Allí te puedes pasar el día entero (es enorme, mucho más que las de Toronto o Valencia)… os dejo unas fotos con el despliegue de expositores y ‘personajes’ que te puedes encontrar en la Expo:

2015-02-19 13.58.08 2015-02-19 13.41.55

2015-02-19 13.41.49 2015-02-19 13.41.41 2015-02-19 13.09.35 2015-02-19 13.07.15 2015-02-19 13.01.59 2015-02-19 13.01.54

Y este soy yo, en la linea de meta con el record de la prueba… 😉 Y luego celebrandolo con los superhéroes:

2015-02-19 12.54.14 2015-02-19 13.42.53

Mención especial para la zona de ASICS, con un espacio sólo para los más de 130 modelos (sí, habéis leído bien) de camisetas conmemorativas del Maratón 2015:

2015-02-19 13.09.24

Día de la carrera – La salida:

El día de la carrera me levanto sobre las 6:15, unas 3 horas antes de la carrera. Hay que desayunar muy bien y con suficiente tiempo: Zumo de naranja, 2 plátanos y 6 barritas de cereales (espaciandolas durante el camino a la salida). Toca vestirse e ir a la salida:

2015-02-21 21.27.16

La salida está en el «Tocho» (el gobierno metropolitano de Tokyo),  muy cerca del apartamento, apenas a 1 parada de metro. Confieso que estaba un poco preocupado por llegar a mi puerta de entrada (cada dorsal tiene una zona asignada, de la A a la K), con lo que el día de antes fuimos a ver la zona. Y no porque en el libro del corredor no lo expliquen bien, sino porque temo una multitud en el metro, calles cortadas, etc., y no quiero que me pille el toro. Nada más montar en el metro se acaba la preocupación: Desde que te bajas del tren hay un voluntario con un cartel en cada bifurcación posible, enviando a los corredores al camino que les corresponde. Desde el interior de la estación de metro de Shinjuku (la estación más concurrida del mundo!!!) y pasando por todas las calles hasta mi entrada, llegué a contar unos 20 voluntarios con carteles en cada cruce o duda posible. Imposible perderse.

Llego a mi puerta de entrada (la E) y apenas hay colas para pasar los arcos de seguridad (en los laterales podéis ver los baños portátiles, que están por todas partes en la zona de salida):

2015-02-22 07.28.19 2015-02-22 07.30.39

Una vez pasado el control, hay que ir al camión que tienes asignado en tu dorsal para dejar la mochila. En mi caso, el 81. Fijaos la cantidad de camiones (yo no alcanzaba a ver el final) y la ausencia de filas en el mío:

2015-02-22 07.32.15 2015-02-22 07.32.23 2015-02-22 07.39.42 2015-02-22 07.33.36

Ya he dejado la mochila, y queda 1:30 para la salida…. así que toca seguir comiendo las pocas barritas que me quedan, ir bebiendo agua e ir al baño antes de ir al cajón E. Los baños son el único sitio en el que hago fila, pero apenas 1 minuto. Así que me planto una hora y cuarto antes de la salida con todos los deberes hechos. Como apenas hay sitio para calentar en la zona pre-cajones, decido ir hacia la puerta de mi cajón: Aprovechando que he llegado pronto podré estar de los primeros (para variar) y me da igual esperar en un sitio que en otro. La parte positiva es que, efectivamente, llegué de los primeros. La negativa es que, de haber esperado más, hubiera hecho otra visita al baño (no tuve que parar en carrera, pero tampoco hubiera estado de más). Aquí las fotos de la zona de mi cajón… al fondo, a unos 400m. estaba la linea de salida:

2015-02-22 08.08.34 2015-02-22 08.08.41

Y la vista por detrás (curva a la dcha. para seguir con el final del cajón E y el resto de zonas hasta la K):

2015-02-22 08.08.12 2015-02-22 08.08.52

Y para acabar la pre-carrera, os dejo un breve vídeo grabado aproximadamente 1 hora antes de la salida (sobre las 8:00 de la mañana), el tiempo que estuve en mi «cajón» a unos 5 grados, y casi sin poder calentar (perdón por la calidad):

A las 9:10 en punto y, tras el himno de Japón, se da el pistoletazo de salida con las escopetas de confeti, dejando un momento espectacular:

salida-de twitter2 via @wmajors

(Estas 2 últimas fotos vía https://instagram.com/p/zbZgp4qc0R y https://twitter.com/wmmajors)

La carrera:

Con tal despliegue organizativo, no es de extrañar que la salida sea de lo más fluido. En apenas un momento, paso por al lado del palco y la linea de salida. Aún cae algún confeti, y los ponchos de plástico siguen volando hacia las aceras, como desde más o menos 15 minutos antes de empezar. Desde el primer momento todo el mundo hemos empezado corriendo y, a los 300m., ya puedo coger el ritmo sin ningún problema de multitudes. Increíble.

Ya desde el principio veo que algo pasa con el pulsómetro. Vale que hace frío, y vale que es la salida de mi primer Major, pero no es posible que esté en más de 160ppm; ni que en el km. 4 me suba a unos 170. Y de ahí en adelante subiendo poco a poco para no bajar de 180ppm desde el km. 29. Obviamente, imposible.

Lo mismo pasa con el pacer: La pantalla con la que pienso hacer la carrera me muestra el ritmo medio (además de crono y pulsaciones). Para hacer 3:45 (mi objetivo) debo ir a unos 5:20/km… y enseguida veo que alcanzo un ritmo inferior, yendo tal y como pensaba, no más deprisa.

Total, que enseguida me doy cuenta de que no voy a poder confiar en la referencia del Suunto. Me ha ido a fallar por primera vez en la carrera más importante.

Bueno, tras este rollo del relojico, vamos a la carrera de verdad. Los primeros kilómetros son tirando hacia abajo por las calles principales de Shinjuku. Desde el primer momento me doy cuenta de lo espectacular que va a ser el recorrido. Y también de la cantidad de asistencia que hay: Baños cada par de kilómetros (eso sí, con bastante cola en los primeros… se deja notar esa hora que hemos estado todos esperando en los cajones), agua/sales cada 5km. mínimo (y con mesas abundantes, sin agobios), lo mismo que puestos de asistencia médica. Además de policía y médicos corriendo con nosotros.

Salgo relativamente suave, conteniendo y, sobre todo, disfrutando del recorrido. Esta vez sí que estoy convencido de ir a más en la carrera, hay tiempo de sobra para apretar. Lo mismo con la comida y la bebida: Lo voy a hacer mejor y me obligo a tomar un gel y a beber cada 5km. Me sienta de maravilla y veo que voy poco a poco a más.

Las avenidas son enormes, con muchos kilómetros que te permiten cruzarte con los que van varios kms delante o detrás tuyo. Y el asfalto está en perfecto estado, nada que ver con otras ciudades.

Paso el medio maratón en 1:59:20 (oficial)… según mi reloj en este punto llevo ya casi 23km., y mi tiempo neto en el 21k está sobre 1:54, bastante ajustado a lo que pensaba. Sigo disfrutando de la carrera, y ahora se acerca el km. 23, que es el primer punto en el que me espera para verme Ana. Voy pasándolo cerca de la valla, pero no logramos vernos, y no porque haya muchísima gente. Se puede conseguir un sitio de espectador en primera fila sin problemas, pero aún así nos despistamos y no nos vemos (Nota mental: En la siguiente, llevar una camiseta bastante más llamativa 🙂 ). Habrá que esperar al 33, el siguiente punto donde habíamos quedado en vernos.

La carrera sigue y estoy disfrutando como un enano, con gel+agua cada 5km., contemplando el centro de Tokyo desde una posición privilegiada y sintiéndome bastante fuerte. Voy apretando cada vez más, y pasado el 30 adelanto a las liebres de las 4 horas (que, sorprendentemente para mí, me habían adelantado en el km. 3. Salí por delante de ellas, y no entiendo muy bien lo rápido que me adelantaron y que tiraban de la gente nada más empezar).

Llega el 33 y, esta vez sí, veo a Ana: Me paro un momento y nos hace muchísima ilusión, sobre todo después de haberla pifiado en el 23 . Ahora sí que se puede decir que voy fuerte, son mis mejores kilómetros y voy aprovechando la fuerza que había ido guardando. Sobre el 39, llegando a Odaiba, ya noto que no puedo mantener el mismo ritmo, pero aún así voy bastante bien, adelantando a muchísima gente (lo que da mucha moral) y en tiempo del objetivo. Ya no queda nada. Justo en el 42, cuando enfilas la recta final, hay unos arcos que te dicen que sólo quedan 195 metros: Parece una tontería, pero es el empujón final que te ayuda a llegar, casi casi esprintando, y comprobando que voy a bajar de 3:45!!!!: 3:44:38, mi mejor marca!!!

Cruzar la meta es una alegría inmensa, con la sensación de haber hecho algo grande, de haber tenido la suerte de correr en un escenario inigualable. Por eso también da un poco de pena que se acabe, pese a estar muy muy contento por el logro.

Nada más pasar la meta vuelve el despliegue de voluntarios: En sucesivos puestos a modo de ‘meta’ que cruzar,  y con muchísimo espacio, vas recibiendo la toalla de ‘finisher’, la medalla, agua, sales, fruta, spray para las piernas (con la correspondiente zona de sillas para aplicarlo, y los bidones de reciclaje para tirarlo), siempre entre aplausos, choques de mano y abrazos de voluntarios, que casi al unísono van diciendo a cada uno «Congratulations!», con una enorme sonrisa. Siguiendo la ruta para corredores, se entra en los pabellones del Tokyo Big Sight. Todo entre aplausos continuos de los voluntarios, que están por todas partes. Allí recojo la mochila, sin hacer ninguna fila, y me dirijo a la enorme zona que nos dejan para cambiarnos de ropa. Una vez cambiado, al punto de encuentro familiar, sub-zona 6 (como veis, es imposible perderse o equivocarse), donde había quedado con Ana, que está todavía pasando por el control de seguridad. Y allí ya, la foto de rigor!!:

2015-02-22 13.47.09

Resultados:

En este enlace tenéis mis tiempos a lo largo del recorrido (pongo también la imagen por si el enlace deja de funcionar en algún momento. Haced click para verla más grande):

tiempos web

Según estos datos, los primeros 5km. los hice a 5:36/km, mejorando en cada ‘vuelta’ de 5km. casi casi hasta el final:

0-5km: 5:36 min./km.

5-10km: 5:30 min./km.

10-15km: 5:30min./km.

15-20km: 5:21min./km.

20-25km: 5:18min./km.

25-30km: 5:11min./km.

30-35km: 5:00min/km. (mi mejor parcial, del km. 30 al 35)

35-40km: 5:07min./km.

40-fin: 5:14min./km.

Una media de 5:19min/km., para un tiempo de 3:44:38. Muy contento con mi mejor marca y, sobre todo, porque acabé más fuerte que en ningún maratón anterior.

Lo que se dice una ‘carrera en positivo’, siempre muy recomendable: La primera mitad más lenta que la segunda. Y, sobre todo, acabando fuerte (ya firmaría con acabar todos mis maratones a 5:14 desde el 40 hasta el final). Algunos datos más de los resultados oficiales:

Puesto general: 6181 (de 34063 finalizados)

Puesto en categoría masculina: 5466 (de 26836 finalizados)

Puesto en categoría de edad (35-39 años): 983 (de 5081 finalizados). De esta es para estar especialmente orgulloso, corriendo con 39 años y 360 días 😉

Puesto en nacionalidad: 67 (de 134 finalizados). Los españoles éramos nada menos que la 6ª nacionalidad en nº de participantes… me parece increíble.

Conclusiones:

– El maratón de Tokyo es el mejor que he corrido. Por organización, recorrido, espectacularidad… no creo que haya otro igual. Espero poder correr alguna vez otros maratones famosos (quizás los 6 Majors?), pero de verdad que no creo que se acerquen a lo que he vivido en Tokyo.

– Hacer un maratón en positivo, con la segunda media más rápida, es una buena decisión. Los corredores expertos seguro que ya lo sabíais, pero comprobarlo de nuevo esta vez (mucho mejor que en Toronto o Valencia) me convence por completo. Y acabar con fuerzas es lo mejor que te puede pasar para pensar en el siguiente reto con muchas ganas 🙂

– Correr 3 maratones en menos de 10 meses (Toronto, 4 de Mayo 2014; Valencia, 16 de Noviembre 2014; Tokyo, 22 de Febrero 2015) no es lo que recomiendan los expertos ;). Pero mi experiencia ha sido muy positiva, y en cada uno de ellos he disfrutado y aprendido bastante de cómo afrontar esta carrera. A partir de ahora, lo dejaremos en 2 por año, como máximo, porque quiero seguir corriendo maratones muchos años más.

– El entrenamiento del invierno en Zaragoza, duro e intenso, ha sido lo que me ha permitido bajar mi marca en casi 15 minutos. Y aquí tienen gran parte de culpa en este éxito los entrenadores de RunningZGZ, y en especial @el_trinkel. Y, desde luego, todos los compañeros de fatigas en los entrenamientos… así que, gracias a todos!!!

Y ya que estamos con agradecimientos, sí que quiero acabar acordandome y dando las gracias a Ana y a Rodrigo, por la comprensión y la paciencia de ver a su marido/su papá salir a correr a la hora de cenar (!?) durante todo este largo invierno, incluyendo las mañanas de fines de semana (a la hora del desayuno!?). Así que un beso muy grande y gracias por entender esta afición de los 40! … Prometo seguir trayendo medallas para la colección!

Bueno, pues ya está… no me digáis que no os entran ganas, aunque sean unas pocas, de ir a correr a Tokyo, eh?

PD. No aguantaba más y he escrito el post sin que hayan salido las fotos oficiales de la carrera. Saludé en muchas ;)))) así que espero publicar otro post con reportaje fotográfico en cuanto las tenga.

PDD. Os recomiendo también el artículo de Juan Fornielles en El Mundo.

Llega el Maratón de Tokyo!

Ya no queda nada. El próximo 22 de Febrero es el gran día: Correré mi primera Major en Tokyo. Casi han pasado 5 meses desde el pasado 25 de Septiembre, cuando me llegó ese mail que confirmaba mi participación. Y alguna cosa que contaros desde entonces:

Me he unido al club de @runningZgZ, y he estado entrenando desde Noviembre con el grupo que prepara el Maratón de Sevilla (también el 22 de Febrero). Gracias a los entrenadores y a los compañeros no sólo he aprendido un montón sobre cómo preparar una carrera de este tipo, sino que me lo he pasado en grande y creo que he mejorado bastante mi preparación (esto ya os lo contaré después de la carrera).

La organización de Tokyo, a priori, parece excelente. Me mandaron una carta a casa con todos los detalles sobre mi dorsal y cómo proceder con él en la feria del corredor, además de información adicional superútil:

carta desenfocada

La carta

Además, en la web oficial, puedes descargarte el RUNNER HANDBOOK. Si con la carta no era suficiente, en este manual se explica con todo detalle lo que todo corredor tiene que hacer antes y el día de la carrera. Para que os hagáis una idea, han pensado hasta en la longitud de los palos de selfies que permiten llevar a los corredores!!! Todo está explicado en ese documento.

La feria del corredor también promete ser espectacular (para el post de la crónica os prometo fotos). Los que han estado me dicen que se te va el día sin enterarte…

Cosas importantes hasta el día de carrera:

– Llegar sano, sin lesiones, resfriados ni nada que no me deje disfrutar de la carrera. Quedan apenas unos días y muy pocos entrenamientos. Todo es prudencia y el trabajo ya está hecho, pero es el momento en el que cualquier lesión ya no tiene solución.

– Esperar que no llueva ni nieve: Después de un invierno duro de entrenamientos (que se lo pregunten a los compañeros del grupo de @runningZgZ), yo creo que estoy más que preparado para aguantar 42Km. con frío y viento. No creo que eso sea peor que lo que hemos tenido este invierno en Zaragoza. Otra cosa es la lluvia o la nieve. Compañeros me han comentado que el año pasado nevaba ligeramente, y que fue bastante duro.

El objetivo principal es disfrutar corriendo por las calles de Tokyo, y del ambiente de carrera, también en la salida y la llegada. Si hablamos de tiempos, la verdad es que con la preparación que llevo debería bajar de 3:50:00, pero nunca se sabe, y mejor ser prudente aquí… La idea es intentar llevar un ritmo de 5:20/km hasta el km. 30, y ahí reevaluar cómo me veo para seguir igual, bajar o intentar subir el ritmo (sólo desde el km 35, no antes). Y siempre comiendo y bebiendo cada 5km. Todo eso si, como espero y ha pasado en los entrenamientos, las pulsaciones se mantienen bajas… en cuanto me suban un poco, a bajar el ritmo, para poder llegar con cierta fuerza al final.

En fin, que ya tengo ganas de que den la salida!! Bueno, sobre todo tengo ganas ya de estar en Tokyo y disfrutar de nuevo de la ciudad, la más impresionante de las que he visitado.

Pues nada, la próxima vez que escriba será seguramente para la crónica, a ver qué tal ha ido!

Hasta luego!

Voy a correr el Maratón de Tokyo!!!

tokyo marathon

Ya me había apuntado en 2013, sin éxito en el sorteo. Y este año repetí. Me dije: «Algún año tocará». Actualmente el ratio de inscritos al sorteo frente a los ‘agraciados’ con correrlo es de 10/1 (unas 300.000 inscripciones para unas 30.000 plazas). Y esto no parece que vaya a mejorar con el paso del tiempo. Más bien al revés. Así que tenía claro que iba a seguir intentándolo hasta que algún año sonara la flauta (siempre hay viajes organizados con garantía de dorsal, pero por ahora no lo contemplo).

Y el pasado 25 de Septiembre, muy temprano, me llega un mail con el título «TOKYO MARATHON 2015 – Lottery Result». Estaba en Mataró, de viaje de trabajo y desayunando en el Hotel con el gran @cgonzalez509 (un runner de los buenos), cuando escuché la notificación en el móvil. Nos habíamos hecho 21k así, de buena mañana (sobre las 6:00), antes de desayunar e ir al trabajo, con lo que yo estaba más pendiente de dar buena cuenta al desayuno que de mirar el móvil. Y la conversación fue así, más o menos:

Yo: Mira Carlos, esto es el mail de notificación diciéndome que NO voy a correr el maratón de Tokyo.

Carlos: …pero si aún no lo has leído!!! Leelo, anda!

Yo: <ya, pero es muy difícil… Lo voy a leer>. <Silencio>. ME HA TOCADOOOOOO!!!!!!!

<Alegría infinita y desayuno pantagruélico. Qué mejor manera de empezar el día!!!>

Pues sí, pues sí. El próximo 22 de Febrero de 2015 correré mi primer Major!!

Tokyo ha sido el último Maratón en recibir la categoría de Major, que ahora la forman 6 carreras: Tokyo, Londres, Boston, Berlín, Chicago y Nueva York.

Este mes empiezo una preparación específica para este Maratón, gentileza de los chicos de @runacademy. Ya os iré contando